Escritora española de novela romántica y erótica, ganadora de varios premios de novela
romántica, cuenta con numerosos seguidores y muchas obras publicadas, algunas de ellas a continuación.
Desde niño, Sabino, conocido como Sardi por sus amigos, ha luchado por ser quien quiere ser. Su carrera como modelo de pasarela para colecciones femeninas no le ha facilitado la vida. Ser un hombre heterosexual en un mundo donde su belleza y feminidad confunden o intimidan a las mujeres complica su búsqueda del amor.
Sinaí, por su parte, lleva tantos años herida que ya ni siquiera se da cuenta de que lo está. Es agresiva, visceral e impredecible. Hay un fuego en su interior que la consume y que solo consigue sofocar con peleas o con sexo impetuoso, salvaje y variado. No es de las que repiten amante. Le gustan los hombres rudos, moteros como ella, con pinta de malotes y alérgicos al amor.
Lo que no entiende es por qué narices se siente atraída por un hombre que parece una puñetera, frágil y dulce princesa de cuento de hadas. Pero cuando Sardi empieza a recibir extraños mensajes y los accidentes comienzan a sucederse a su alrededor, Sin solo desea una cosa: protegerlo. Aunque él ni quiera lo necesite.
Jaime se ha sentido solo y desprotegido toda su vida al haber sido abandonado por quien más debería quererlo: su madre. Ahora, esa mujer a la que su padre le enseñó a odiar ha aparecido de improviso y asegura que todo lo que le han contado sobre ella es mentira: no lo abandonó al nacer, sino que se lo robaron de los brazos.
Jaime ya no sabe qué creer ni qué sentir. Su mundo se ha vuelto del revés y no encuentra la manera de afrontarlo, por lo que cae en una espiral de noches sin control bañadas en alcohol y odio.
Iris es feliz. Tiene una familia que la adora, un trabajo que la llena y unos amigos que la siguen hasta el fin del mundo. Es risueña, atrevida y cree en el AMOR, con mayúsculas.
Eso sí, el hombre del que se enamore debe cumplir ciertos requisitos: debe ser un príncipe azul (azul cielo a ser posible, el azul oscuro no le gusta), escalar la torre más alta del castillo más alto (no vale un primer piso, eso sería muy fácil) y vencer al dragón más feroz (pero no matarlo, pobre animalito) para conquistar su corazón. Literalmente.
Los errores de Enar fueron muchos y muy graves. Ahora está al borde del abismo, a un paso de caer al vacío, y solo hay una persona que puede salvarla; pero debe averiguar si esa persona quiere hacerlo, ya que tal vez ni siquiera la recuerde.
Carlos se dedica a la cetrería, el trabajo de sus sueños. Vive despreocupado en la sierra, alejado del bullicio y el estrés de la ciudad. Es feliz con sus animales y lo último que desea es complicarse la vida con nada ni nadie, aunque quizá no tenga elección. Cuando una noche de invierno protege a una desconocida de una agresión, no puede imaginar que, en realidad, ni es una desconocida ni la ha salvado, al menos de sus propios demonios. Va a necesitar mucho más que paciencia, tesón y astucia para liberarla de ellos, sobre todo porque Enar no tiene muy claro que quiera ser rescatada.
Héctor es un joven que, como muchos, ya ha finalizado sus estudios y encontrado trabajo, por lo que ha tenido que mudarse a otra ciudad donde está completamente solo, aunque, paradójicamente, comparte un piso diminuto con otras siete personas. Decidido a disfrutar de la recién obtenida libertad conoce a Sara, una mujer que, después de haberle permitido probar el placer más exquisito junto a ella, le dará calabazas.
Sara es una mujer que sabe perfectamente lo que puede esperar de la vida, y eso, para ella, no incluye salir con un jovencísimo príncipe azul con cara de ángel. Cantante de noche, secretaria de día y madre a jornada completa, ¡no tiene tiempo para cuentos de hadas! Y aunque lo tuviera, tampoco tiene ganas. Un poco de sexo, sí, por supuesto, y más si es del bueno, pero ir más allá, definitivamente no. Es demasiado mayor y sabia para complicarse la vida con historias de amor imposibles.
Elías es un hombre serio e intransigente, pero justo. También es, según la opinión generalizada de quienes lo rodean, aburrido, arrogante y puntilloso. Es, además, dueño de una próspera escuela de hípica, padre de una adolescente complicada —y mucho más problemática de lo que ella le deja ver— y viudo desde hace tres años. Se siente solo, pero eso es algo que está decidido a solucionar.
Beth es distante, esquiva y un tanto cínica. Y guarda un secreto que condiciona su relación con los hombres. Un secreto que la amedrenta y le despierta una sospecha: ella no es como las demás mujeres. Ella está «averiada». Algo que le ha quedado claro tras una amarga relación que también le ha hecho ver que el estado ideal —al menos para ella—es la soltería. Y así está decidida a seguir por los siglos de los siglos, amén.
El problema es que Elías está interesado en Beth. Y es incluso más terco que ella. Y, además de arrogante, es atractivo, carismático e insistente. Y, por añadidura, besa de maravilla.
El espléndido príncipe azul venció al fiero dragón, desafió a la malvada bruja y rescató a la hermosa
princesa. Con los primeros rayos de sol, montaron sobre el blanco corcel y emprendieron viaje hacia un
castillo de cuento de hadas…
Pero ¿y si el príncipe ni es príncipe ni es azul? ¿Y si no tiene blanco corcel ni castillo maravilloso? ¿Y
si tiene un sentido del humor inexistente y un genio de mil demonios? ¿Y si viste vaqueros en vez de
brillante armadura y sus huestes no son más que un ejército de zapatos? ¿Puede un simple zapatero ser el
príncipe encantado que toda princesa busca?
¿Y si la princesa no es delicada? ¿Y si en lugar de tímida y recatada es arisca y asocial? ¿Y si no sabe
entonar dulces canciones de amor, pero se le da de maravilla pelear? ¿Y si en vez de bordar hermosos
tapices, su trabajo consiste en vender juguetes eróticos?
Julio no está pasando por su mejor momento. Su mujer le ha pedido el divorcio y a él se le ha caído el
mundo encima, no por el hecho de que se les haya acabado el amor —hace años de eso—, sino por todo lo
que conlleva: tres días a la semana deberá hacerse cargo, él solito, sin ayuda de nadie, de sus hijas
y de su hermano, un adolescente insoportable. Y, precisamente, no es que los conozca demasiado bien
—más bien nada— o sepa cómo interactuar con ellos. Al fin y al cabo, siempre ha trabajado muchas horas
y apenas estaba en casa, lo que hasta el momento le había venido de maravilla para evitar a su
familia.
Mor es la buena amiga a la que todos acuden cuando están mal, pero a la que olvidan cuando todo va
bien; a la que siempre ven como compañera y jamás como posible amante. Es amable, alegre y positiva,
y sabe ver el lado bueno de las cosas, incluso de un hombre que no tiene ni idea de ser padre ni
hermano. Su pasión son los niños con los que trabaja en Intervenciones Terapéuticas Asistidas con
Caballos. Y está harta de ser invisible.
María, una joven con un hijo adolescente, se prepara para afrontar las vacaciones estivales en
el pueblo de su exmarido. Solo hay un pequeñísimo problema. ¡Odia el pueblo! ¿Qué va a hacer
allí durante todo un mes? ¿Visitar el castillo? ¿Bañarse en la fuente? ¿Pasear? ¡Aburrirse como
una ostra! O quizá no.
Un día, harta del calor, se escapa al bosque. Sus pasos la llevan hasta una cabaña escondida,
donde experimentará juegos prohibidos a manos de un hombre que impide que le vea el rostro…
Un desconocido que le susurra órdenes y al que desea más de lo que jamás pudo imaginar. Un
extraño que satisface sus más íntimos deseos, y del que es incapaz de alejarse.
¿Podrá ignorar sus más secretas fantasías o se rendirá a ellas… a él, a un hombre al que ni
siquiera conoce?
Barcelona, 1916. En su lecho de muerte, Oriol, la oveja negra y único heredero de la acaudalada
familia Agramunt, confiesa que tiene un hijo que nadie conoce. El patriarca de los Agramunt,
Biel, decide encontrar a su nieto y un mes después, cuando Lucas regresa a su casa en la
Barceloneta le espera un lujoso automóvil aparcado frente a su puerta.
A partir de ese momento, la vida de Lucas dará un giro radical: deberá abandonar la única vida
que ha conocido, será educado con disciplina y se enfrentará a los otros aspirantes a la herencia
de su abuelo.
Encerrado entre los muros de una suntuosa mansión y mientras intenta adaptarse a ese mundo
desconocido que lo rechaza, conocerá a Alicia, la joven que le ayudará y le enseñará lo que es
el amor y hasta qué punto estar atrapado puede ser la salvación de un hombre.
Ningún país está tan lejos como para no visitarlo. Esa es la filosofía de Andrés. Hace tres años
huyó de su casa, su familia y su país, y desde entonces recorre el mundo sin ningún plan excepto
su propio antojo. Casi ha conseguido borrar de la memoria a quien no quiere recordar. Hasta que
una mañana, tras una noche especialmente descontrolada, recibe una llamada que dará un giro
radical a su vida y le obligará a volver a donde no quiere regresar. Su tío Caleb ha sufrido
un accidente y no pinta nada bien.
Andrés no tiene otro remedio que volver al pueblo que abandonó sumido en el dolor y quedarse allí
por un tiempo que se le antoja eterno. Allí descubre que su mejor amigo de la infancia ha ocupado
su lugar. Hace su trabajo, se ha convertido en la mano derecha de su tío y es el inseparable
compañero de su exnovia, Paula.
Aníbal es tímido, silencioso y algo torpe. Sin embargo, antes no lo era; antes tenía una vida estresante
y agitada en la que el trabajo era su máxima prioridad, por encima de su familia, por encima incluso de
vivir. Hasta que un suceso inesperado provoca un drástico giro en su existencia y se ve obligado a
aprender de nuevo a comunicarse, a orientarse, a ser quien era. El proceso es largo y complicado, a veces
desesperante y, por propia voluntad, siempre solitario.
A partir del momento en que su madre y la panadera del barrio deciden tomar cartas en el
asunto para sacarlo de su burbuja, todo cambia. Más aún cuando Óskar, el nieto de esta última,entra en su
vida. Aníbal se enamora locamente de Óskar, que además se ha convertido en su mejor amigo. Un mejor amigo
que ni siquiera conoce su nombre real y que ignora cuáles son sus verdaderos sentimientos. Y así debe
seguir siendo. Porque, ¿cómo iba a enamorarse un guapísimo y locuaz veinteañero de un cuarentón calvo,
introvertido e incapaz de decir más de tres palabras sin atorarse?
Sirius, el astro más brillante (y caprichoso y altanero) del firmamento, está hasta las mismísimas
narices de que todo el mundo lo recuerde como «la estrella de Oriente que guio a los Reyes Magos».
Por tanto, decide tomar forma humana, bajar a la tierra y convertirse en un agorero que vaticina
catástrofes con el fin de recuperar su reputación de estrella feroz y malvada. Pero nada es tan fácil
como parece. Los humanos le han perdido el respeto (también el miedo), no le hacen caso e incluso
¡le atacan con un paraguas sin que él haya hecho nada para merecerlo!...
Ha pasado un lustro desde que Raúl Garrido, el director mimado del cine español, rodó su última
película. Cinco años desde que tocó fondo y todas las puertas se le cerraron. Cinco años desde
que su vida fue comentada, diseccionada y juzgada por la prensa amarilla.
Ahora ha vuelto a escena para rodar una serie. Una de categoría B, o incluso C o D, si es que eso
existe. Tiene como protagonistas a una vieja gloria del cine...
Hace tiempo, Jota cometió un gran error. Y no es que no hubiera cometido muchos otros errores antes.
Pero este fue apoteósico: le costó su trabajo, liquidó su carrera y casi acaba con la vida de su mejor
amigo. Ahora, tras años de esfuerzo y autocontrol, ha conseguido volver a ser admitido en el complicado
mundo cinematográfico. El problema es que la grabación tiene lugar en una antigua mansión cargada de
secretos, de viejas historias y, según dicen, de fantasmas...
Ella es fuego, desafío y travesura.
Él es solidez, estoicismo y arrogancia.
Ella está en la ruina.
A él le sobra el dinero.
Ella huye a Madrid para escapar de un pasado doloroso e injusto en el que tuvo que ser
dura, mala y egoísta para sobrevivir, y en el que el amor era una quimera, la debilidad
un riesgo y la lealtad se pagaba cara. Y no es fácil rehacer tu vida, sobre todo si no
tienes trabajo ni facilidades para encontrarlo.
Él es dueño de Torture Eden, la discoteca fetish más famosa de Madrid, tiene su vida
organizada con meticulosa perfección, no admite debilidades...
"Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, yo digo que quien tiende una mano a
un desconocido es, en sí mismo, el mayor de los tesoros" Quédate a mi lado
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