Verónica Mengual

Autora española dedicada a la novela romántica. Tras devorar cientos de novelas decidió que era hora de maquinar situaciones y tratar de divertir a otras lectoras como ella. Es una auténtica fanática del romance histórico. Algunos de sus libros a continuación.

Seduciendo a un caballero

Greyson Amery es un hombre curtido, nacido en los bajos fondos de Londres, con un acento cockney que sale a la luz cuando la ira lo invade con fuerza. Ha prosperado, tanto como para comprarse el título de conde de Holbrook, aunque sus orígenes siempre estarán ahí por mucho que se codee con lo más selecto de la sociedad.

Sabe lo que es estar verdaderamente enamorado. También lo que se siente cuando se está encaprichado, por lo que las desilusiones no deberían afectarle ya. Con un corazón roto, aunque endurecido, el nuevo lord Holbrook está considerando la idea de casarse, y se cuidará mucho de no volver a sentir la ilusión palpitando con fuerza en su interior.

Tiene alma de cazador y no le gusta que le sirvan a su presa en bandeja de plata, pero cuando escucha a esa dama pedir una aventura excitante… ¡Nadie más tiene derecho a poseer lo que a él se le debe! Y sin embargo, ese pensamiento entra en choque directo con una honradez caballeresca que no creía haber desarrollado, porque ella le está prohibida por una poderosa razón. Ceder a sus deseos más pecaminosos es un error, no debe dejarse seducir e iniciar un cortejo apropiado sería todavía peor…

Cómo volver a confiar

Cuando John Anthony Hope, actual marqués de Wild, echa la mirada hacia el pasado siente desolación. Le falló miserablemente al amor de su vida. No logra olvidar a la única mujer en la que debería haber confiado, de tal modo que cuando su padre, el duque de Bridgewater, insista en que es hora de casarse…

El destino, o mejor dicho, su entrometida hermana está dispuesta a echarle una mano para que logre la felicidad, pero el enredo en el que pronto se meterá, junto con la mancha que lleva su reputación por un escándalo que lo señala como sospechoso de asesinato, lo pondrán a prueba.

Wild tendrá que tomar la decisión más importante de su vida, porque volver a confiar no será nada fácil para este caballero que no se considera digno de ser amado y amar.

Reinas de Corazones


A un suspiro de ti

Althea Marriott es una mujer noble a la que verdaderamente pocos conocen, y a sus treinta y dos años se enfrenta a la muerte. No se trata de ninguna enfermedad o un asunto que le produzca una tristeza inmensa como para hacerla morir de pena. En absoluto. Es algo más complicado que eso, porque alguien la quiere ver enterrada bajo tierra.

Su mayor secreto puede haber salido a la luz, lo que implicaría haber molestado a algunos hombres que consideran que las damas no merecen disfrutar de los privilegios que únicamente les están destinados a ellos.

Más que nunca, Althea necesita a un aliado, a alguien que entienda de enemigos y que la ayude a averiguar la identidad del villano. Él es el único en quien puede confiar, el problema es que años atrás no lo valoró lo suficiente y tal vez la mande a paseo cuando le pida su ayuda, especialmente porque a ese apuesto duque lo dejaron plantado en el altar.

A un beso de ti

James Salsbury, duque de Rothgar, pretende casarse. No es la primera vez que piensa en el matrimonio y no aspira a que sea un acto obligatorio, es decir, solo por el sencillo hecho de procrear y traer al mundo a su heredero. ¡No! Tiene que ser mucho más. ¡Ha de serlo!

Desea que su unión sea por amor y por ello necesita encontrar a una dama que le haga suspirar embelesado. Ella tiene que ser diferente. Debe tolerar sus fuertes apetitos carnales, pues está decidido a serle fiel hasta que la muerte llame a su puerta, porque cuando empeña su palabra lo hace hasta el final. Eso es lo que distingue a un duque de los demás simples mortales.

La seducción es muy fácil de practicar, pero el amor lo rehúye como si fuese aceite vertido en el agua. Imposible mezclar ambos elementos. Imposible encontrar a la mujer de sus sueños. ¿Por qué tiene que ser tan complicado enamorarse? Hay quien sostiene que con solo un beso la chispa prende. Parece una cosa del todo sencilla. Besar, y casarse. Y sin embargo no lo es en absoluto.

Desesperado, James se verá en la necesidad de pedir ayuda a la conocida Duquesa Infame y le exigirá su cooperación en un asunto que es del todo urgente.

A una caricia de ti

Morgan Pusset está viviendo en el paraíso. Tiene libertad y está al mando de lo que ella considera un imperio algo caótico, un poco secreto y muy estimulante.

Hace un par de años aceptó asumir la posición de una persona a la que admira y quiere, por lo que después de que su amiga y patrona, Althea, le ceda de forma permanente el honor de convertirse en la Duquesa Infame, la señorita Pusset quiere imprimir su propio sello a la nueva aventura que se le presenta. Ha cambiado su atuendo rojo por el verde, aunque la pasión es ardiente, ella prefiere usar el color de la esperanza, pues es lo que cree que todo el mundo necesita.

No obstante, el pasado nunca se queda atrás ni permite el olvido, por lo que cuando un viejo enemigo se presente para pedirle la revancha, Morgan acudirá al único hombre que jamás le ha fallado. Su vida dependerá en buena parte de que su protector, Brendan Sallow, vuelva a rescatarla...

A un abrazo de ti

Helmer Culpepper es el déspota duque de Hardcastle. Ese es el adjetivo más significativo que su hermana pequeña usaría para referirse a él. El noble de alta alcurnia tiene un insignificante y vergonzoso secreto que lo incomoda muchísimo. No son marcas de viruela en el rostro o en cualquier otro lugar como tiene un amigo suyo, eso sería más fácil de sobrellevar. Tampoco tiene que ver con su entrometida hermana, lady Venus, aunque ella es molesta hasta decir basta. Es algo más serio que le impide llevar una vida normal.

Comprende que debe casarse, pues el título lo exige. Desde que escuchó a Venus hablar con la casamentera más famosa de todo Londres, no solo por sus habilidades para unir matrimonios estables, sino porque esa Duquesa Infame es un escándalo andante, Hardcastle sabía que se encontraba en un gran y serio aprieto. Venus es obstinada y suele salirse con la suya con facilidad...

Viudas y solteronas, la especialidad de la Duquesa Infame, están fuera del camino de Helmer. Descartadas. Así que tiene que convencer a Venus de que lo deje ir a su aire y confíe en que sea capaz de encontrar en Almack’s a una esposa decente, a alguien que no se ría de él cuando descubra su problema. Una muchacha insegura e inexperta, recién salida del nido, le parece la mejor opción, la más segura.

A un tormento de ti

A lady Venus Culpepper le gusta adaptar la realidad a su propia conveniencia. No es ninguna mentirosa, lo que sucede es que las circunstancias la obligan a decir una cosa u otra en favor de sus propios intereses. Ella, por sí sola, constituye las dos caras de una misma moneda.

Durante la mayor parte del tiempo es la correcta hermana de un duque importante que al fin está asentado y es feliz. De hecho, en estos momentos en los que Hardcastle no la tiene atada en corto, Venus puede moverse con mayor facilidad por las peligrosas calles de Londres. Sus aventuras nocturnas no son ningún juego, sino asuntos serios que merecen toda su atención. Está inmersa en una gran misión de rescate en un barrio muy peculiar y peligroso donde las féminas tienen mucho que decir, y esa gran interferencia que se interpone en su camino no va a ser más que un enorme tormento que está decidida a esquivar con facilidad.

Ella es hábil, una insensata que habla demasiado, extremadamente temeraria y, en definitiva, podría decirse que es un problema con patas. Su contraparte es duro, está forjado en el dolor, no cree en el honor y le gusta ser un villano, aunque tiene alma de campeón y está dispuesto a participar en una justa donde la dama será su mayor rival y, a la vez, el premio que desea lograr.


Amor, deber y amistad


Lady Lena y el amor

Lady Lena Badel sueña con un hombre que hace que sus rodillas tiemblen. Está dispuesta a conquistarlo al precio que sea, así que idea un plan de seducción un tanto arriesgado. Y todo iba relativamente bien… hasta que se ve inmersa en un tremendo lío que la une a otra persona.

Él, a quien no esperaba, es un noble con una enorme cicatriz en el rostro, de ojos grises, anchos hombros y muchísima seguridad. Un matrimonio arreglado parece la mejor solución ante el gran enredo, pero lo que ninguno de los dos sospecha es que los silencios y los malos entendidos podrían acabar convirtiéndolos en enemigos del amor.

Las circunstancias son complicadas, tanto que peligra el presente y futuro de una pareja que deberá luchar por su felicidad si no quiere terminar en la más absoluta desdicha.

El duque y la maldición

Una simple señorita y un duque… ¡El drama está servido!

La señorita Emma Harrelson, como hija de un importante diplomático, ha conocido buena parte del mundo y ha disfrutado de muchas aventuras. La muerte de su progenitor la lleva, junto con su madre, hasta el rígido e intolerante Londres. Decidida a imponer sus propias reglas, terminará en los brazos del único hombre que no está dispuesto a transgredir las normas.

Oliver Worth, el duque de Ashton, no quiere tener nada que ver con esa impulsiva señorita Harrelson, aunque sin saber muy bien cómo, el frío noble se encontrará disfrutando de una apasionada mujer que amenaza con desestabilizar su ordenado mundo ducal.

El mayor problema es que en su momento fue maldecido por una bruja y le ha llegado el momento de pagar por la afrenta.

Lady Susan y el error

La hija de los condes de Somerset, lady Susan, tan solo conoce el afecto a través de la sana amistad que le ofrecen lady Amelia y su hermano el duque de Ashton. Sin embargo, la llama de la pasión prende con fuerza e inconmensurable cuando el señor Leonel Jones, el administrador del duque, se presenta ante ella justamente para echarla de la casa de su amiga.

El descarado señor Jones, quien se asemeja a un gladiador romano, quedará tan impactado por la belleza de la joven, que por más que sepa que no debe ni mirarla, se verá postrado a sus pies y subyugado por la devoción que le inspirará.

No obstante, el tiempo del amor es efímero y se abrirá entre ambos una brecha de tal magnitud que los separará, sumiéndolos en una desesperación que parecerá eterna.

El conde y la equivocación

Hay cosas que se saben desde bien joven.

El conde de Sunrey, Marcus Random, tuvo claro que se casaría con ella o no lo haría jamás. ¡Y eso que solo era un niño cuando tomó la decisión! Y pese a considerar a lady Eleanor suya, no se privó de martirizarla en su infancia, hasta el punto de que aquel muchacho hizo enfadar al padre de la que él quería para sí y propició un alejamiento entre las familias de ambos.

Pero el tiempo siempre corre hacia adelante y al fin la tiene frente a él. Está a un paso de lograr lo quiso, pero una terrible equivocación pondrá la vida de ambos patas arriba. Y es que el futuro tiene muchas sorpresas, algunas desagradables.

Una pareja destinada a estar junta, una confusión del todo insospechada que podría separarlos para siempre…

La duquesa y el acierto

Los duques de Stone tienen mucho que contar, porque no todo fue bonanza amorosa.

Cailleach. Bruja en gaélico. Esa es la mejor palabra que define a la duquesa de Stone, la anteriormente conocida como Lisa Summer, la heroína que demostrará de lo que es capaz una mujer.

Duro. Bruto. Arrogante. Esos tres calificativos son los más utilizados para referirse a Tom Random, quien antaño fuese marqués de Rawn y llegase a ser el duque de Stone.

¿Pero cómo consiguieron los duques construir su amor y la familia de la que gozan? A través de un camino tortuoso, lleno de baches, que los condujo hasta la Mansión de la Perversión, un lugar donde comenzaron los errores y equivocaciones, y que a su vez dieron paso al acierto de una mujer que cree firmemente en el credo de las hijas de Natura: Nada sucede en vano, todo tiene su motivo.

El marqués y el deber

La historia más esperada es la de Patrick. No hace falta pronunciar el apellido y menos su título, porque con solo escuchar su nombre de pila, la sociedad de Londres se estremece, y lo hace con motivo, porque es uno de los hombres más poderosos del reino.

El marqués de Ailsa, Patrick Manchester, se debe a su familia y a la Corona, y no necesariamente en ese orden. Es frío, calculador, intuitivo y sus prioridades no están del todo claras. Un simple vistazo es lo que le hace falta para predecir las acciones e intenciones de sus oponentes. Su mayor problema tiene nombre de mujer: Gertrude.

Ella está convencida de que ese hombre tan contradictorio nunca será suyo. Por lo que, dispuesta a obviar lo que su corazón tanto anhela, la dama se concentrará en buscar a un pretendiente que verdaderamente la quiera, por más que eso suponga no poder descubrir lo que es el amor en su máximo esplendor.

Una pareja que lo tiene todo a su favor para ser grande, y solo la obligación los pondrá a prueba. A él más que a ella.

La marquesa y el destino

Ella merecía tener su propia historia. Elvina es una mujer nacida para luchar, enamorar, vivir y revivir por amor.

La marquesa viuda de Ailsa ha sabido aprender las reglas para dominar el juego de la sociedad londinense a su antojo. Está especialmente orgullosa de su labor como guía para jóvenes damas de lo más problemáticas y por ello tiene que mostrarse llena de decoro.

Envuelta en un sutil velo de misterio e intriga, Elvina no siempre ha sido la correcta dama escondida bajo su atuendo de riguroso luto y un moño estirado. Descendiente de las mismísimas valquirias, antaño fue una joven irlandesa, hecha a imagen y semejanza de su propia madre, quien le enseñó todo lo que tenía que saber para vivir en un mundo de hombres.

El rey y la perversión

Lord Chesterfield no es un conde común. Considerado el «Rey de la Perversión», tiene sobre sus hombros una infancia compleja y unos orígenes muy cuestionables, por lo que ha tenido que servirse de sí mismo para salir adelante.

Albus John Lamark no desea que nadie se preocupe por él. Su vida de perdición y vicio es excelente. Vive en una oscuridad continua y espera no ver nunca la luz de la salvación. La misma que todos a su alrededor están empeñados en que vislumbre. Sus familiares y amigos desean que se case. Matrimonio. Esa palabra le produce incluso más arcadas que pensar en el amor que revolotea alrededor.

Un lobo solitario lo único que pide es que lo dejen en paz. El destino tiene otros planes para Ches, y ha colocado a su alcance a una tierna oveja con la que espera darse un buen festín. Sin remordimientos.

El rey está a punto de ver cómo todo lo que creía se va por la borda…


Disolutos sin corazón


Una esposa para el duque de York

Es un sueño de hombre. Eso se cree él. Eso le hacen pensar las mujeres pero…

York está catalogado como un duque imposible de cazar. Además de su título de alto rango, es apuesto y rico. En su juventud sufrió un golpe en su orgullo varonil que lo llevó definitivamente a dejarse seducir por el libertinaje y la lujuria. Dos vicios, o uno según se mire, a los que estaba destinado a sucumbir por su físico y su posición social.

A sus veintiocho años, Malcom W. Banstorn considera que es momento de encontrar una esposa que le asegure un heredero. La apariencia de la mujer le es indiferente, sin embargo admite que la desea hermosa para que concebir no suponga un verdadero sacrificio. Aunque también es verdad que solo necesitaría que proviniese de una familia prolífica, porque planea dejarla en el campo y seguir con sus diversiones.

Un buen partido para lady Evangeline

Lady Evangeline es la hija del difunto conde de Snow, hermosa, grácil… perfecta. En estos momentos, se ha vuelto metódica, fría y calculadora. Pese a su juventud, sabe lo que es ser una mujer abandonada y no volverá a entregar su corazón. Jamás.

Está dispuesta a casarse y lo hará cueste lo que cueste y lo antes posible. No importa si el hombre es un notorio libertino o un enclenque sentimental, mientras sea alguien destacado. Pretende hacer un excelente matrimonio y no dejará que nada ni nadie trunque sus planes. Examinará a cada sujeto que desfile ante sus ojos y se formará una opinión basada en la conveniencia y elegibilidad del caballero. Solo pedirá que su esposo no aspire a conquistar su amor.

Una institutriz para el vizconde Portman

Thomas Foster, vizconde Portman, no es un hombre feliz. Se considera a sí mismo alguien que se ha quedado en este mundo para velar por sus dos hijos huérfanos de madre. Esa es su única ocupación, la que no sabe cómo desempeñar.

Cuando su adorada mujer lo dejó atrás, después de cometer un acto del todo egoísta, pensó que no conseguiría salir del bache. Bien. No puede rendirse y debe seguir su camino.

El mayor problema reside en Basil y Flavian. Sus muchachos son peor que una tortura. Las travesuras a veces atentan contra la vida de los que rodean a la familia. Sus hijos necesitan límites. Mejor una institutriz gruesa, llena de verrugas y con una escoba que los aterre y los ponga en su lugar. Está dispuesto a pagar una pequeña fortuna por lograr mantener a quien sea en ese puesto. Sin embargo, la fama de los mellizos rivaliza con la de cualquier prófugo de la justicia y ninguna mujer permanece en casa más de un par de días.

Una navidad para los duques de York

Las fiestas navideñas han llegado a York Park y es necesario estrechar los lazos familiares.

Malcom W. Banstorn, duque de York, es un hombre que sigue bajo el embrujo de su esposa, quien anda un poco alicaída, no sin un buen motivo. Se enorgullece de estar al servicio de Isobel, así que para mimar a su duquesa, no se le ocurre nada mejor que reunir a toda su familia bajo el mismo techo.

Traer a Evangeline, Regina y al joven Theodore es la meta de su plan, por supuesto sin olvidar a su propio hermano. Fácil. Pan comido. Las chicas llegarán con sus esposos y los niños, el conde de Snow y lord Liam se comportarán… Nada saldrá mal y su amada recuperará el ánimo.

Lo que nunca imaginó fue que la reunión diera tanto de sí.

Una prometida para el duque de Phenton

La vida de Lucien Maldith, duque de Phenton, corre peligro y no sabe quién es el responsable de los ataques que lleva años sufriendo. ¿Podría ser algún esposo celoso? Debería serlo, puesto que atrás quedaron los conflictos en los que participó siendo un espía de la Corona.

La lista de enemigos es relativamente corta. En primer lugar, tal vez, pondría al conde de Albemarle, porque aunque ese hombre está considerado un héroe de guerra no puede soportar que su mujer alguna vez tuviese cierto interés en él. Tampoco ayuda el hecho de que Lucien comprometiese a su hermana, la dulce Maggie, con un beso en medio de un jardín oscuro.

¡Ah! No juega limpio, pero no podrían acusar a Phenton de ser un canalla jamás, dado que se ofreció a restaurar la reputación de la joven y lo mandaron al cuerno. Toda una patada en su vanidad, no solo por parte de la familia, sino que Maggie lo apartó sin darle una ínfima oportunidad.

Es vital averiguar quién lo quiere muerto y, mientras lo descubre, deberá conquistar a esa mujer que se le resistió, aunque solo sea para recuperar su orgullo ducal.

Una amante para un lord

Lord Liam Banstorn, como hijo de un duque y hermano de otro, se ha acostumbrado, a medias, a ser el reemplazo del título familiar. Más bien se ha conformado con la idea. Su vida disoluta sin amor, llena de pura lujuria y grandes fiestas indecentes, es entretenida, especialmente cuando se involucra con viudas, damas casadas o descarriadas.

Habituado a huir del matrimonio como si fuese la peste negra, no se ve a sí mismo como un esposo, sin embargo, un enlace de conveniencia no le resultaría difícil de sobrellevar. La base del éxito en estos casos es que marido y mujer tengan claras las implicaciones del acuerdo, así que solo debe dar con una prometida que acepte las reglas que él impondrá. ¡Fácil y rápido! En un abrir y cerrar de ojos estará comprometido y casado, es decir, con los grilletes puestos, pero sin renunciar a su libertad.

Encontrará a su presa y se convertirá en un cazador, no obstante, a medida que el juego avance, comenzará a preguntarse si es él quien tiene el control de la situación o si es ella la que está al mando, pues toparse con una amante de ese calibre no había estado en su lista de prioridades.

Una dama para el conde de Snow

Theodore Dreyer, actual conde de Snow, ha adquirido cierta fama de pícaro impenitente. Más por contagio que otra cosa, puesto que lleva demasiado tiempo bajo el ala de varios hombres que causaron grandes estragos entre las damas de la alta sociedad antes de reformarse.

Cuando la hermana de su mejor amigo, la señorita Liberty Pharma, proclama públicamente que conseguirá que él pida su mano con solo batir sus espesas y largas pestañas… A la mocosa que lo molestaba en su niñez tendrían que encerrarla en Bedlam para sanar su mente, y luego echar la llave por la ventana. Y tiene que ser pronto, porque la descarada lo desafía a besarla para probar que él está enamorado de ella.

¡Si Snow solo deseaba divertirse un poco! Es demasiado joven para encadenarse a una mujer, no ha vivido lo suficiente y no quiere renunciar a su libertad. Esa pequeña arpía deberá seducir a otro más predispuesto que él.


Soldados en la Batalla del Amor


Lady Briana y el coronel

Lady Briana Pierce sabe que debe entregarle todo su amor antes de que él se marche a la batalla contra Napoleón, porque tal vez no vuelva a tener otra oportunidad. Ya no puede más, lleva años en silencio y decide reunir todo el valor posible para confesarse. Un sencilla declaración, un tierno beso y lo deja ir… con la única esperanza de que regrese a salvo.

El coronel Frederick Burns sale de Londres con dos amigos para enfrentarse a las tropas napoleónicas. Se lleva un recuerdo inesperado y no sabe lo que hará, porque no cree tener tanta suerte como para sobrevivir. Sin embargo, la fortuna está con él y retorna a casa solo con una cojera...

Lady Angela y el conde

Lord Monty, de nombre Samuel, ha visto truncados sus planes para marchar contra Napoleón. Su padre le acaba de ceder los honores y obligaciones del título, pues aquejado de una enfermedad, el anterior conde necesita que su hijo se quede a su lado y cuide de su hermana pequeña y busque una esposa.

Luchar contra el ejército francés le parece un trabajo más fácil que el de entablar una sencilla conversación con una dama. Samuel es consciente de que su mente no funciona todo lo bien que debería, y que socialmente no es demasiado competente. Y si por si eso no fuera todo un gran problema, él ha ido a dejar caer sus ojos y afectos sobre la prometida del duque de York, un hombre apuesto y rico.

Lady Elisabeth y el capitán

Cuando la guerra da una segunda oportunidad, lo mejor es estar atento a lo que inesperadamente se pone al alcance de uno. No obstante, el capitán Kirk Baldrick no está muy por la labor de querer descubrir si esa dama, que se ha interpuesto dos veces ya en su camino, es tan dulce y fascinante como parece.

La sociedad de Londres lo ha apodado el duque Demente, no sin razón. El capitán se marchó a la guerra siendo un segundo hijo, pero regresa con un alto rango. Además de esa locura que no ha quedado demostrada… del todo, él tiene otras muchas cualidades que lo definen a la perfección: malhumorado, tiránico, triste, gruñón, descortés… Es un diablo al que pocas mujeres mirarían a los ojos y al que ninguna osaría dirigirle una sola palabra.

¿Y ella? Lady Elisabeth se ha resignado a ser una solterona y lo desea, pues parece ser la única forma de conseguir la libertad para dedicarse a hacer lo que más le gusta: el cultivo de la tierra. Pero es una dama y su madre tiene sus propios planes para ella...

Lady Olivia y el teniente

Lady Olivia entró en un apasionante juego de espías sin haberlo esperado. Dos hombres pusieron sus atenciones sobre ella y solo uno debía ser considerado para enamorarse. Trató de ser fría, calculadora… No lo consiguió y perdió su corazón por el camino. El desengaño fue duro y cruel, y no tiene tiempo que perder porque no debe arriesgar lo que más quiere en este mundo. Así que en sus planes no entra el amor, solo se dejará guiar por la protección y el coraje para acabar con el villano que amenaza a su familia.

El teniente Ryan ha regresado, contra todo pronóstico, vivo de la guerra. Manco, pero dispuesto a hacer lo que haga falta para desentrañar la verdad que tiene ante sus ojos y no consigue resolver. Aprovechará cada ventaja y, si eso incluye hacer uso del título que no había esperado heredar, lo hará sin pestañear. Si ser el conde de Albemarle le facilita las cosas con Olivia, usará esa baza también, porque sabe que ella oculta muchos secretos y él va a descubrirlos todos…


Destino


Un esposo inconveniente

Sarah Lee Foster ama Texas con todo su corazón. Dirigir el rancho no es tarea fácil, pero el señor Foster no crio a una dama remilgada. La tejana es fuerte, es obstinada y se ve capaz de controlar a la veintena de hombres que trabajan para ella criando ganado.

El amor parece haberle dado esquinazo y poco importa, porque después de haber entregado su corazón para perderlo para siempre, no desea más que atender sus tareas y obligaciones.

Su vida es diferente, apetecible. No echa de menos los pomposos vestidos, porque los pantalones tejanos que usa son lo acertado para poder moverse como pez en el agua por el Sarah Love, su hogar, su tierra. Todo va bien hasta que Águila Negra, un indio que parece haberse tomado las atribuciones de un hermano mayor, le recuerda que el imperio que dirige con mano de hierro y un poco de ternura, va a necesitar a alguien que tome las riendas en el futuro.

Engendrar un hijo se convertirá en una tarea compleja, pero no tanto como buscar a un esposo adecuado, que resultará ser del todo inconveniente cuando quiera reclamar el amor de Sarah Lee.

Un amor inconveniente

Mestizo. Una palabra maldita que marca el rumbo y la vida de cualquiera. Un estigma peor que la peste. Todavía mayor pecado para un hombre salvaje que sabe el lugar que no quiere ocupar en la esfera social.

El señor Travis Hutson solo desea dedicarse a lo que mejor sabe hacer, pues es uno de los vaqueros con más prestigio del territorio de Texas. Ha trabajado en el Sarah Love ya lo suficiente y quiere ser el dueño de su propio rancho. Le basta con que no le recuerden sus orígenes indios y que no lo llamen por su nombre de guerra: Águila Negra. Con eso y con un poco de prosperidad para su nuevo negocio, ya se dará por satisfecho. Una vida sencilla llena de caballos y ganado, sin nada más, y si puede dejar su rifle a un lado, tanto mejor.

No importa que lleve sangre noble en sus venas, ni que sea el heredero del conde de Ithorne. Terminó años atrás con Londres y sus asfixiantes reglas. En estos momentos, solo pretende hacerle un favor al padre de su amigo Jeremy Andrews, y ese es traer a casa a una novia por correo, no se sabe si es para el padre o para el hijo, y tampoco le incumbe… ¿o tal vez sí?

Un matrimonio inconveniente

Jeremy Andrews es un vaquero despreocupado que se limita a vivir como le viene en gana. Ha pasado la mayor parte de su vida trabajando en el rancho Sarah Love, y estar a las órdenes de una mujer no supuso una mayor complicación para él, dado que Sarah Lee siempre fue más una hermana pequeña que otra cosa. Es por ello que está acostumbrado a verse la cara con mujeres irritantes que no saben lo que les conviene.

Su padre lo ha amenazado muy seriamente con desheredarlo si no se casa pronto. Este hecho no ha preocupado demasiado a un hombre que no quiere seguir con el negocio del aserradero familiar y que no necesita una fortuna. Y está tranquilo, porque no tiene intención de atarse a una mujer que le colocaría el lazo como si de un potro salvaje se tratase, para intentar domesticarlo. Mientras el Orient Saloon siga abierto y él disponga de un par de monedas en el bolsillo, no hay razón aparente para caer en el matrimonio.

La complicación surgirá cuando le lleguen los rumores sobre la inminente boda de su padre con una novia por correo.


Inesperada


Una pupila inesperada: Serie Inesperada 1: La familia Robinson no atraviesa sus mejores momentos. Con un hermano desaparecido y la fortuna dilapidada, las cuatro hermanas se enfrentarán a un futuro incierto que las hará echar mano de ingenio y ocurrencias para no terminar desamparadas. Pese a que la señorita Megan Robinson no es la mayor, siente que es su obligación dar estabilidad al resto, y es por ello por lo que acude decidida a Londres para que el tutor de ellas, el duque de Dash, tome en sus manos sus responsabilidades. Lord Dash, Ambrose Hume, conocido como «León Dash», es un hombre muy serio y rígido, tal vez demasiado...

Una prometida inesperada: Serie Inesperada 2: Tras la tragedia y situación que enfrenta la familia, Kalsie Robinson, por ser la mayor, toma el mando de la casa, y se dedica a cuidar y velar por sus hermanas, en especial de las gemelas, que suelen ser muy problemáticas. Contra su voluntad, se ve forzada a trasladarse a vivir a Londres con su tutor, el duque de Dash, y por azares del destino se reencuentra con el caballero que robó su corazón en su primera temporada. Pero Kalsie no desea tener nada que ver con ese hombre, cosa imposible puesto que parecer ser el mejor amigo de su tutor

Una candidata inesperada: Serie Inesperada 3: Después de la tormenta suele llegar la calma. Eso es lo que las gemelas Robinson han oído siempre en boca de sus hermanas mayores. Y no debe ser verdad, porque la desgracia de la que se salvaron las cuatro, tras la muerte de sus padres y la desaparición de su hermano mayor, sí fue como una terrible tempestad, pero la calma nunca llegó. Delila Robinson es demasiado temperamental. Su gemela, Blair, es mucho peor que ella y, por eso...

Una pretendienta inesperada: Serie Inesperada 4: Si había algo que más amara Blair Robinson y por quienes estaba dispuesta a dar la vida, eran sus hermanas, en especial por su gemela Delila. Cuando su hermana gemela le pidió que se hiciera pasar por ella, para deshacerse de un molesto pretendiente, Blair no dudó en aceptar. Para ella no era ningún inconveniente, al contrario, tenía la certeza de que disfrutaría mortificando al pobre hombre. Sin embargo...

Una pupila inesperada: Serie Inesperada 1 Verónica Mengual

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Una prometida inesperada: Serie Inesperada 2 Verónica Mengual

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Una pretendienta inesperada: Serie Inesperada 4 Verónica Mengual

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Entre el deber y la pasión

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